Pino Blanco Japonés (Pinus Parviflora, Pinus Pentaphylla)
El Pino Blanco Japonés puede llegar a los 15-25 metros de altura. También se le conoce como Pinus Pentaphylla o pino de las cinco agujas. Ver bonsáis en oferta en ManoMano
Guía para el cuidado del bonsái de Pino Blanco Japonés
¿Cómo debo regarlo?
Se desarrolla mejor en suelos húmedos pero no encharcados. De esta forma buscaremos sustratos bien drenados en los que podamos hacer riegos abundantes dejando salir el agua por los agujeros de drenaje y dejando secar la primera capa de sustrato entre riegos. A comparación de otras especies esta requerirá menos frecuencia de riego (una vez al día en verano si la temperatura es alta donde otras podrían requerir tres riegos al día) pero es importantes que sean abundantes para que todo el sustrato quede húmedo.
¿Debo dejarlo a pleno sol?
Es un árbol que requiere de mucho sol directo para que pueda desarrollarse sin problemas y para que podamos tener una acícula pequeña y ramificación correcta.
¿Debo preocuparme de ponerlo a resguardo durante el invierno?
A no ser que las temperaturas bajen varios grados bajo cero no será necesario. Es más, se desarrollará mejor si tiene un periodo de frío.
¿Cada cuando tengo que abonar?
Deberemos abonar durante los periodos de crecimiento en primavera y otoño. Recomendamos el uso de abonos orgánicos de liberación lenta.
¿Cuándo y cómo se debe podar?
Si queremos podar deberemos hacerlo cuando el árbol esté parado en invierno.
¿Puedo pinzarlo?
Pinzaremos las velas en primavera, dejándolas más largas en las ramas más débiles. Esto provocará una segunda brotación interior más ramificada.
A finales de verano podremos pinzar las acículas más antiguas dejando las pequeñas y jóvenes.
¿Cuándo y cómo hay que alambrar?
Podremos alambrar durante todo el año, pero en el caso de las ramas más gruesas nos será más fácil hacerlo en verano cuando son más flexibles.
¿Cuándo tengo que trasplantar y con que frecuencia?
No seguiremos un calendario, sino que deberemos ajustarnos a las necesidades del árbol.
El árbol nos pedirá un trasplante si detectamos cualquiera de los siguientes síntomas:
- Si vemos que el agua no drena correctamente en los riegos
- Si notamos que el sustrato sale de la maceta siendo empujado desde a bajo
Esto querrá decir que las raíces ya no caben en la maceta, o que el sustrato es demasiado compacto, con lo cual deberemos hacer un trasplante. Si utilizamos akadama deberemos hacer trasplantes cada 3 años, ya que suele ser cuando se empieza a compactar.
En el trasplante podremos podar parte de las raíces, pero sin que sea un exceso.
De la misma forma deberemos mantener la parte central del sustrato y en el caso que quitemos mucho sustrato viejo mezclaremos parte del viejo con el nuevo. Con esto conseguiremos mantener la colonia de micorrizas, algo realmente importante en las coníferas.
¿Qué sustrato o tierra debo usar?
Buscaremos sustratos que drenen muy bien, nuestra recomendación es la de usar una mezcla del 50% de akadama y 50% kiryuzuna. O una mezcla del 80% de humus de lombriz o turba con el 20% de pomice o grava.
¿Cómo puedo propagarlo?
La opción más fácil es usando las semillas o piñones que produce el árbol con abundancia en los ejemplares más adultos.